Los edificios con instalaciones fotovoltaicas, a pesar de los nuevos
riesgos que introduce la actividad de generación de energía eléctrica,
deben seguir cumpliendo el requisito de seguridad estructural en caso
de incendio.
Para controlar el riesgo en caso de incendio, su estructura y los
elementos constructivos de sectorización deben disponer de una
resistencia al fuego suficiente. Por tanto, es necesario contar con un
método que caracterice la influencia de la instalación fotovoltaica
y permita calcular la resistencia disponible en las estructuras de la
edificación que pueden estar expuestas al fuego.
En el presente estudio se describe cómo caracterizar la resistencia
al fuego disponible y se analiza cómo interacciona el control de los
riesgos eléctricos y de los riesgos de seguridad estructural en situación
normal con el control del riesgo estructural en caso de incendio.